Informe a la comunidad de Sociología

Introducción

Con el presente informe inauguramos este espacio de intercambio de información y debate, imprescindible para nuestra Carrera. En él se podrá participar libremente y la transformación del mismo en un instrumento de debate intelectual y político es un desafío para toda nuestra comunidad.
Inauguramos entonces este espacio con un informe sobre los últimos acontecimientos.
Dirección de la Carrera de Sociología

Informe de situación

Ante los hechos ocurridos en nuestra facultad hace una semana y media, que motivaron las acciones estudiantiles, la Dirección de la Carrera de Sociología convocó a una reunión de profesores, comunicada oportunamente por el listado general el 6 de setiembre y confirmada, para indicar el aula de realización, el día martes 8. En esa reunión informamos como Dirección de Carrera distintos aspectos de la situación por la que atraviesa nuestra facultad y, fundamentalmente, cómo habíamos vivido esa situación.
Para nosotros el hecho de la caída de un objeto, cualquiera que fuere, poniendo en riesgo la integridad física de una estudiante mientras estaba en el baño fue un hecho grave. Sumado a esto, dos días antes una compañera docente de la cátedra de Waldo Ansaldi llegó hasta la oficina de la Dirección de Carrera preocupada y reclamando ante las autoridades de su carrera porque un estudiante se había caído en el aula del subsuelo, debido a que metió su pierna en un agujero que estaba tapado precariamente con una chapa. La profesora vino a reclamarnos a nosotros como Dirección de Carrera porque le parecía una situación que manifestaba de un modo patético un estado de decadencia edilicia que estaba formando parte de nuestra habitualidad cotidiana.
Ocurrido el primer hecho que relatamos le enviamos una carta al decano explicando lo acontecido y advirtiendo que estaba expresando un estado de cosas que hacía imprescindible que nos llamaran la atención en tanto autoridades de esta institución. Ocurrido el segundo hecho le propusimos al decano la formación de una comisión que hiciese un seguimiento de la situación de deterioro. Sinceramente, sensibilizados por estos acontecimientos, nos pareció que la molestia de nuestros profesores y un clima que se extendía entre los estudiantes, permitían transformar a una preexistente situación de deterioro, en un problema público, que pueda ser asumido por el conjunto de la comunidad académica y por las autoridades de la facultad.
Ante este estado de cosas en el que entendíamos, que en términos de acciones institucionales y de comunicación al conjunto de la comunidad, no se le otorgaba a lo ocurrido su real gravedad, solicitamos una entrevista con el
decano tratando de hacer saber esta preocupación y manifestar también una posición que compartieron en ese momento los directores de Comunicación y de Trabajo Social. Esa posición puede resumirse de la siguiente manera: El problema no es la toma, el problema no es la acción estudiantil sino una situación de deterioro edilicio.
Entendemos que no sólo hace falta acelerar la licitación para el nuevo edificio, que marcha a paso lento, sino que también es necesario que se atienda con fondos especiales los edificios de Marcelo T. de Alvear y de Ramos que se deterioran
y no hay los recursos suficientes para ponerlos en un estado digno. Eso es lo que le manifestamos al decano y lo hicimos con énfasis porque sabíamos que miembros de su gestión habían minimizado el problema utilizando expresiones discriminatorias y descalificadoras de los estudiantes que reclamaban.
Le propusimos además al decano conformar una comisión de seguimiento con participación amplia que incluya miembros de los cuatro claustros que conforme una agenda de resolución de los problemas por los que estamos
atravesando.
En oportunidad de la reunión con los profesores de sociología, hubo un acuerdo entre los asistentes, entre los que estaban miembros de la gremial docente, en apoyar la conformación de esta comisión. En esta reunión además se coincidió en caracterizar el problema como una situación de deterioro que la toma puso en un estado público más evidente. Se habló también (y se lo percibió como una limitación) de como la actual gestión de la facultad no había encontrado un canal de diálogo fuerte con el movimiento estudiantil. También se comentó sobre la correspondencia entre el hecho de la toma de la facultad y su visibilidad pública (notas en La Nación y en Clarín) y que luego de eso el decano recibiera un llamado del ministerio de planeamiento avisándole que se firmaron unos pliegos para la licitación del nuevo edificio que ya hacía un tiempo estaban
a la firma, pero no se obtenía respuesta.
El decanato frente a esta situación llamó, con criterio selectivo, a una reunión de profesores. Al inicio de la siguiente semana el decano y parte de estos profesores se reunieron con un grupo numeroso de estudiantes. De allí surgió una declaración que a la par que reconocía los problemas, que la movilización estudiantil había colocado como problema público, se cuestionaba la medida de fuerza estudiantil. En reunión convocada por el decano a las direcciones de carrera, en la que se invitó a miembros del consejo directivo, secretarios y demás funcionarios, sostuvimos la necesidad, primero, de reconocer que el problema no eran las acciones estudiantiles sino el estadío de degradación edilicia y, segundo, que se debían encontrar formas, mediante el diálogo con los estudiantes para emprender acciones conjuntas. Cuando se decidió que la gestión implementaría una manifestación al Ministerio de Educación entendimos que se trataba de una medida progresiva. Esta medida estaba estrechamente ligada a encontrar un canal de acción conjunta con el actor más dinámico de la lucha. Entendemos que la gestión no tuvo políticas activas de diálogo con los estudiantes movilizados que permitieran esa unidad. Por el contrario, algunos de sus funcionarios convocaban a la marcha negando el hecho del perfil y minimizando la acción estudiantil que había permitido transformar UN ESTADO DE DETERIORO EN UN PROBLOEMA DIGNO DE ATENCIÓN. Es por esto que como Dirección de Carrera quisimos no desvalorizar ninguna de las formas de lucha y convocar a la implementación sincera de políticas hacia el movimiento estudiantil. No se puede llevar adelante una movilización cuando se excluye al actor más dinámico de esa lucha.
La Dirección de la Carrera de Sociología, reconoce la lucha estudiantil como el elemento que a puesto el problema como tal sobre la mesa y cree que es imprescindible encontrar canales que permitan acciones conjuntas de toda la comunidad de sociales.
En el día de ayer nos informaron que miembros del gobierno de la Facultad tuvieron una reunión con miembros de la gremial docente donde se propusieron una serie de acciones para avanzar en la implementación de mecanismos de participación. Creemos que esto es un avance muy importante que se debe sostener.
En las aulas de nuestra carrera de sociología de cuando en cuando se escucha hacer referencia a que no basta la existencia de una situación de deterioro objetivo para que el grupo que la soporta la perciba como un problema. Nuestras dificultades de habitabilidad son evidentes y en los pasillos se escucha a veces con enojo y otras con humor resignado hacer referencia a la verdadera odisea que supone ir a un baño de nuestra facultad en los edificios de Marcelo T. y de Ramos Mejía. Es cierto que en el horizonte de expectativas está un nuevo edificio, sin embargo, estos hechos y las medidas estudiantiles, nos han llamado la atención sobre la necesidad de convertir estas dificultades -en los edificios que seguramente seguiremos habitando por más de dos años- en un verdadero problema público que llame la atención de las autoridades de la UBA, del Ministerio de Educación y de la sociedad entera a la que esta universidad pública se debe.
Buenos Aires, 16 de setiembre de 2008

Lucas Rubinich - Director

Marcelo Langieri - Secretario Académico

Sobre los mails de la Carrera

A raíz de los reiterados reclamos por parte de docentes de nuestra carrera, referidos a fallas en el envío y recepción de correos electrónicos, hemos transmitido la inquietud a la responsable de sistemas, Ana Gutman. Ante este reclamo nos han informado que efectivamente hay “problemas con el servidor del distribuidor de listas de correo” y que demorará aproximadamente “15 días” migrar toda la información a un nuevo servidor, tiempo durante el cual persistirán los citados desperfectos.